ENERGÍA SOLAR TÉRMICA
¿Cómo funciona?
Las instalaciones de energía solar térmica de baja temperatura (60-65ºC), que son las más comunes en las instalaciones residenciales, están compuestas de dos circuitos cerrados con un intercambiador de calor.
En el primer circuito los paneles solares captan la radiación solar y calientan un líquido (generalmente agua mezclada con refrigerante) que pasa por un intercambiador de calor donde cede la energía al circuito secundario.
Este segundo circuito es el que lleva el líquido calentado a un acumulador (depósito) donde se encuentra el agua almacenada que se utiliza en nuestra instalación doméstica. Una vez calentada, el agua está lista para usarse en nuestras necesidades de agua caliente y de calefacción.
VENTAJAS
- Energía gratuita: una vez completada la instalación, dispondrás de agua caliente 100% gratuita.
- Es una energía renovable, sostenible e inagotable que contribuye a un desarrollo sostenible.
- El precio de la instalación es recuperable a medio plazo.
- No se ve afectada por los altos precios de electricidad y gas.
INCONVENIENTES
- La inversión inicial suele ser elevada (aunque se amortiza a medio plazo).
- Dependiendo de factores meteorológicos, podemos obtener una producción variable. En días nublados, ésta cae sensiblemente.
- Dependemos del espacio disponible en nuestros tejados para poder llevar a cabo una instalación suficientemente rentable.