SUELO RADIANTE-REFRESCANTE
El suelo radiante es en la actualidad el sistema de calefacción y refrigeración más confortable y eficiente que existe. En los últimos años ha experimentado grandes avances hasta convertirse en el sistema más utilizado para el acondicionamiento térmico, especialmente en viviendas de obra nueva.
Cabe destacar que el suelo radiante funciona con agua a temperaturas sensiblemente más bajas que los sistemas convencionales, lo cual reduce notablemente el consumo energético y las emisiones de CO2.
¿Cómo funciona?
Los sistemas de calefacción y refrigeración mediante suelo radiante basan su funcionamiento en la impulsión de agua a temperaturas moderadas (35-40ºC en invierno y 15-17º en verano) a través de una red de tuberías plásticas distribuidas uniformemente y ocultas bajo el suelo de la estancia.
Esta red de tuberías se instala sobre un aislante térmico que se cubre con mortero de cemento sobre el cual se instala el pavimento final, que puede ser de distintos materiales: tarima, plaqueta cerámica…
VENTAJAS
- Una única instalación para calefacción y refrigeración.
- Distribución del calor/frío de manera más uniforme y eficiente lo que conlleva un mayor confort.
- Es un sistema invisible sin radiadores, splits u otros emisores de calor/frío lo cual proporciona grandes posibilidades de diseño y aprovechamiento de espacios.
- Combinado con sistemas de energías renovables incrementa la eficiencia energética de la vivienda generando un importante ahorro energético.
INCONVENIENTES
- La instalación de suelo radiante requiere una inversión inicial superior a la de otros sistemas.
- Tienen una alta inercia térmica, es decir, requieren de un tiempo elevado para calentar o enfriar la estancia. Esta característica es una ventaja en el caso de que el uso del sistema sea continuado, pero supone una desventaja para aquellos lugares en los que se enciende/apague a diario.
- En el caso del suelo refrescante, es desaconsejable en zonas con alta humedad ya que puede generar problemas de condensación.